El dolor físico y psicológico




Hay varias clases de dolor, físico y psicológico. Hay el dolor físico de la enfermedad ?un dolor de muelas, la pérdida de un miembro, por tener vista defectuosa, etc.; y está el dolor interno que viene cuando perdéis a alguien a quien amáis, cuando no tenéis capacidad y veis personas que la tienen, cuando carecéis de talento y veis gente que lo tiene y que tiene dinero, posición, prestigio, poder. Existe siempre el afán de realizar; y, en la sombra de la realización, siempre hay frustración, y con ella llega el dolor.

Hay, pues, estas dos clases de dolor: el físico y el psicológico. Puede uno perder un brazo, y entonces viene todo el problema del dolor. La mente vuelve al pasado, recuerda lo que ha hecho, que ya no puede jugar al tenis, que ya no es capaz de hacer muchas cosas; compara, y en ese proceso se engendra el dolor. Estamos familiarizados con esta clase de cosas. El hecho es que he perdido mi brazo, y que, por muchas que sean las teorías, las explicaciones, las comparaciones, por mucha lástima que tenga de mí mismo, no recuperaré ese brazo. Pero la mente se entrega a la compasión de sí misma, retrocede al pasado. Por eso el hecho del presente está en contradicción con lo que ha sido. Esta comparación trae conflicto invariablemente, y de ese conflicto proviene el dolor. Esa es una de las clases de dolor.

Luego tenemos el dolor psicológico. Mi hermano, mi hijo, ha muerto, se ha ido. Ninguna teorización, explicación, creencia o esperanza me lo devolverá jamás. La implacable e inflexible realidad es el hecho de que se ha ido. Y el otro hecho es que yo me siento solo, porque él se ha ido. Éramos amigos, conversábamos, retamos, disfrutábamos juntos, y la compañía ha cesado y he quedado solo. La soledad es un hecho, y la muerte es un hecho. Me veo obligado a aceptar el hecho de su muerte, mas no acepto el hecho de estar solo en el mundo. Empiezo, pues a inventar teorías, esperanzas, explicaciones, como una evasión del hecho, y son las evasiones las que producen dolor, no el hecho de que yo esté solo, no el hecho de que mi hermano haya muerto. El hecho nunca puede traer dolor, y creo que es muy importante comprender esto, si es que la mente ha de quedar real y totalmente, por completo, libre de dolor. Creo que sólo es posible estar libre del dolor cuando la mente ya no busca explicaciones y escapes, sino que se enfrenta con el hecho. No sé si alguna vez habréis intentado hacer esto.

Sabemos lo que es la muerte y el miedo extraordinario que ella evoca. Es un hecho que moriremos, cada uno de nosotros, nos guste o no. Por eso racionalizamos la muerte o escapamos hacia las creencias ?karma, reencarnación, resurrección, etc.- y por lo tanto mantenemos el miedo y huimos del hecho. Y la cuestión es si la mente está de veras interesada en llegar hasta el fin mismo y en descubrir si es posible estar total y completamente libre de dolor, no con el tiempo, sino en el presente, ahora.

Así pues, ¿puede cada uno de nosotros hacer frente al hecho, con inteligencia y sensatez? ¿Puedo hacer frente al hecho de que mi hijo, mi hermano, mi hermana, mi marido o esposa, quien fuere, ha muerto, y que yo estoy solo, sin escapar de esa soledad hacia las explicaciones, las ingeniosas creencias, las teorías, etc.? ¿Puedo yo observar el hecho, sea el que fuere: que carezco de talento, que soy una persona torpe y necia, que estoy solo, que mis creencias, mis estructuras religiosas, mis valores espirituales, son simplemente otras tantas defensas? ¿Puedo ver estos hechos sin buscar modos y medios de escapar? ¿Es ello posible?

Creo que sólo es posible cuando a uno no le interesa el tiempo, el mañana. Nuestras mentes son perezosas y por eso siempre estamos pidiendo tiempo ?tiempo para vencer esto, tiempo para mejorar. El tiempo no disipa el dolor. Puede ser que olvidemos un particular sufrimiento, pero allí está siempre el dolor, en lo profundo. Y creo que es posible eliminar enteramente el dolor en si, no mañana, no en el transcurso del tiempo, sino ver la realidad en el presente, y trascenderla.

Del libro "El estado creativo de la mente"


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