La meditación y el espacio




Ahora hablemos del espacio. Porque la meditación es eso: espacio. Carecemos de espacio en el cerebro. Hay espacio entre dos contiendas, entre dos pensamientos, pero eso sigue estando dentro de la esfera del pensar. ¿Qué es, entonces, el espacio? El espacio, ¿contiene al tiempo? ¿O el tiempo incluye todo el espacio? Ya hablamos acerca del tiempo. Si el espacio contiene al tiempo, entonces no es espacio. Entonces está circunscrito, limitado. Por lo tanto, ¿puede el cerebro estar libre del tiempo? Señor, ésta es una cuestión muy importante, inmensa; usted no parece captarlo.
Si la vida, toda la vida, está contenida en el ahora, ¿ve usted lo que ello implica? Toda la humanidad es usted. Toda la humanidad. Porque usted sufre, él sufre; la conciencia de él es usted; la conciencia suya, su ser, es él. No existen un usted y un él que limiten el espacio. ¿Hay, pues, una terminación para el tiempo ?no para el reloj que se detiene y uno le da cuerda, sino para todo el movimiento del tiempo-?

El tiempo es movimiento, una serie de acontecimientos. El pensamiento es también una serie de movimientos. Así que el tiempo es pensamiento. Decimos, por tanto, que si el espacio contiene al tiempo, no es espacio. ¿Hay, entonces, una terminación para el tiempo? Lo cual implica: ¿Hay una terminación para el pensamiento? O sea: ¿Hay una terminación para el conocimiento? ¿Hay una terminación para la experiencia? Esto es libertad total. Y esto es meditación. No sentarse y contemplar, eso es infantil. Esto no sólo exige muchísimo del intelecto, sino que requiere un gran discernimiento. El físico, el artista, el pintor, el poeta, etc., tienen un discernimiento limitado. Nosotros hablamos de un discernimiento intemporal. Esto es meditación, esto es religión y éste es el modo de vivir, si quieren hacerlo, por todo el resto de sus días.

Del libro "El futuro es hoy"


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