El crimen


ea, o bien hay una revuelta dentro del patrón de la sociedad, o hay una revolución completa fuera de la sociedad. La revolución completa fuera de la sociedad es lo que yo llamo revolución religiosa. Cualquier revolución que no sea religiosa está dentro de la sociedad y, por lo tanto, no es revolución en absoluto, sino tan sólo una continuación modificada del viejo patrón. Lo que ocurre En todo el mundo, creo, son rebeliones dentro de la sociedad, y estas rebeliones toman a menudo la forma de lo que llamamos crimen. Tiene que existir por fuerza esta clase de rebelión, en tanto nuestra educación se siga interesando tan sólo en preparar a los jóvenes para que encajen en la sociedad, es decir, para que consigan un empleo, ganen dinero, sean adquisitivos, ambicionen más, se amolden.

Eso es lo que nuestra así llamada educación está haciendo en todas partes: enseña a los jóvenes a amoldarse, religiosa, moral, económicamente; por eso, es natural que su rebelión no tenga sentido, fuera de que debe ser reprimida, reformada o controlada. Semejante rebelión sigue estando dentro de la estructura de la sociedad; por consiguiente, no es creativa en absoluto. Pero mediante la correcta educación podríamos quizá dar origen a una comprensión distinta, ayudando a la mente a liberarse de todo condicionamiento, esto es, alentando al joven a darse cuenta de las numerosas influencias que condicionan la mente y hacen que ésta se amolde.

De "El libro de la vida"

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