Intelecto contra inteligencia


Educar el intelecto no da como resultado la inteligencia. Antes bien, la inteligencia adviene cuando uno actúa en perfecta armonía, tanto intelectual como emocionalmente. Hay una vasta diferenciación entre intelecto e inteligencia. El intelecto es tan sólo el pensamiento funcionando independientemente de la emoción. Cuando el intelecto, sin tener en cuenta la emoción, es educado en una dirección determinada, uno puede poseer un gran intelecto, pero no por eso tiene inteligencia, porque la inteligencia contiene la inherente capacidad tanto de sentir como de razonar; en la inteligencia, ambas capacidades están por igual presentes de una manera intensa y armónica.

... Si uno introduce sus emociones en los negocios, dice usted, los negocios no pueden ser bien manejados ni ser honestos. Así pues, divide su mente en compartimentos; en un compartimento guarda su interés religioso, en otro sus emociones, en un tercero su interés comercial, el cual nada tiene que ver con su vida intelectual y emocional. Su mente comercial considera a la vida como un mero medio de ganar dinero a fin de vivir. Así es como continúa esta existencia caótica, esta división en su vida. Si realmente usara su inteligencia en los negocios, esto es, si sus emociones y sus pensamientos actuaran armónicamente, sus negocios podrían fracasar. Es posible que así sucediera. Y probablemente los dejaría usted fracasar cuando de verdad percibiera el absurdo, la crueldad y la explotación que implica esta manera de vivir.

Hasta que de hecho aborden ustedes toda la vida con inteligencia, en vez de hacerlo meramente con el intelecto, ningún sistema en el mundo salvará al hombre del incesante afán por el dinero.

De "El libro de la vida"

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