No podemos perseguir la felicidad
¿Qué entienden ustedes por felicidad? Algunos dirán que la felicidad consiste en obtener lo que deseamos. Uno desea un auto, lo obtiene y es feliz. Desea un sari o alguna otra indumentaria; deseo ir a Europa y, si puedo hacerlo, soy feliz.
Quiero ser el más grande de los políticos y, si lo consigo, soy feliz; si no lo consigo, soy desdichado. Así, lo que ustedes llaman felicidad es obtener lo que desean, el logro o el éxito, llegar a ser nobles; en una palabra, conseguir alguna cosa que desean. En tanto deseen algo y puedan obtenerlo, son perfectamente felices, no se sienten frustrados; pero si no pueden conseguir lo que desean, comienza la infelicidad. Esto es lo que nos interesa a todos, no sólo al rico y al pobre. Tanto el rico como el pobre desean obtener algo para sí mismos, para su familia, para la sociedad; y si algo les impide hacerlo, si algo les detiene, se sentirán desdichados.
No estamos discutiendo esto no decimos que los pobres no deberían tener lo que desean. Ese no es el problema. Estamos intentando descubrir qué es la felicidad y si la felicidad es algo de lo cual estamos conscientes. En el instante en que estamos conscientes de que somos felices, ¿es felicidad eso? Tan pronto tenemos conciencia de que somos felices, eso ya no es felicidad.
En el momento en que tenemos conciencia de que somos humildes, no somos humildes.
Así pues, la felicidad no es cosa que podamos perseguir: llega. Pero si la buscamos, nos evadirá.
De "El libro de la vida"
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