Percibir la muerte


Tenemos miedo de morir. Para terminar con el miedo a la muerte debemos entrar en contacto con la muerte, no con la imagen que el pensamiento ha creado de la muerte, sino que de verdad debemos percibir el estado de muerte. De lo contrario no hay final para el miedo, porque la palabra muerte genera miedo, y ni siquiera queremos hablar de ella.

Siendo sanos, normales, capaces de razonar claramente, de pensar con objetividad, de observar, ¿es posible para nosotros entrar totalmente en contacto con el hecho de la muerte? El organismo, a causa del uso, de la enfermedad, finalmente morirá. Si estamos sanos, queremos descubrir qué significa la muerte. No es un deseo morboso, porque quizás al morir comprenderemos el vivir. El vivir, tal como es ahora, implica tortura, continuo desorden contradicción; por lo tanto, hay conflicto, confusión y desdicha. El diario acudir a la oficina, la repetición del placer, con sus penas y su ansiedad, el andar a tientas, la incertidumbre, eso es lo que llamamos el vivir. A ese tipo de vivir nos hemos acostumbrado. Lo aceptamos; envejecemos con él y morimos.

Para descubrir qué es el vivir, así como para descubrir qué es el morir, uno debe entrar en contacto con la muerte; esto es, uno debe terminar cada día con todo lo que ha conocido. Debe terminar con la imagen que ha elaborado respecto de sí mismo, de su familia, de sus relaciones, la imagen que ha formado a causa del placer, de su relación con la sociedad, con todo. Eso es lo que va a suceder cuando la muerte ocurra.

De "El libro de la vida"

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