Una búsqueda vana
En tanto estemos pensando desde el punto de vista del tiempo, tiene que haber miedo a la muerte. He aprendido, pero no he encontrado lo supremo, y antes de morir tengo que encontrarlo; o si no lo encuentro antes de morir, al menos espero encontrarlo en la próxima vida, etc. Todo nuestro pensar se basa en el tiempo.
Nuestro pensar es lo conocido, es el resultado de lo conocido, y lo conocido es el proceso del tiempo; y con esa mente estamos tratando de descubrir qué es ser inmortal, qué es estar más allá del tiempo, lo cual es una búsqueda vana. No tiene sentido, excepto para filósofos, teóricos y especuladores. Si quiero encontrar la verdad, no mañana, sino de hecho, directamente, ¿no debo yo, el "yo", el "sí mismo", que está siempre acumulando, luchando y otorgándose una continuidad por medio de la memoria, no debe ese "yo" cesar de continuar? ¿No es posible, acaso, morir mientras estoy viviendo? No perder artificialmente la memoria, lo cual es amnesia, sino realmente cesar de acumular por medio de la memoria y, de tal modo, dejar de dar continuidad al "yo". Viviendo en este mundo, que es del tiempo, ¿no es posible para la mente originar, sin ninguna forma de compulsión, un estado en el que el experimentador y la experiencia no tengan base alguna? En tanto exista el experimentador, el observador, el pensador, tiene que haber miedo de terminar y, por ende, miedo a la muerte [...].
Así pues, si es posible para la mente conocer todo esto, darse plenamente cuenta de ello y no limitarse a decir: "Es sencillo", si puede percibir el proceso total de la conciencia, ver el significado íntegro de la continuidad y del tiempo, y la inutilidad de esta búsqueda para encontrar, por medio del tiempo, aquello que está más allá del tiempo, si la mente puede darse cuenta de todo eso, entonces puede haber una muerte que sea de veras una creatividad totalmente fuera del tiempo.
De "El libro de la vida"
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